lunes, 16 de diciembre de 2013

dios no trabaja en domingos





Qué buen dios
el que puso a la escritura
como mecanismo
para que abusen de él
los tristes. Los que en domingos
nos sentamos a olvidar
y no lo logramos.
Es entonces que un papel,
birome y una mano
comienzan a enletrar el mundo,
transmutando todo
en aspirinas que te calman
por un rato. Y el domingo
sigue siendo domingo
ahí afuera, pero al menos
lograste dejar de pensar
en los otros, quienes buscan
y siempre encuentran a sus alter-otros
mientras que a vos dios,
ese buen dios,
te dejó a solas con tu domingo
pero con mucho
mucho
papel, birome
y una mano,
sólo
una.





viernes, 13 de diciembre de 2013

Espontáneo I

Sonreía, mucho y todo el tiempo. Era un manual que mezclaba escenas de "La vida es bella", luces de colores y querer es poder. Ninguna grieta en tanta pared de alegría por donde filtrara el dolor y todo lo crudo que cada uno lleva como residuos en una mochila, como una mancha de nacimiento. No creo en el Dios de los católicos ni en el marketing. Esa sonrisa eterna sólo me daba ganas de mucha incredulidad y distancia.  

domingo, 8 de diciembre de 2013

Diecisiete del nueve



Ayer perdí una llave
en una sucesión
de pasos equivocados.
Al perderla perdí la casa
cuya puerta se negó a reconocerme
al no tener ya la llave
que abría la puerta
de esa casa
que perdí, ayer,
junto con el hombre
que sentado dentro
frente a todas las ventanas,
observaba la puerta
la no-llave, y a mí
sin moverse
ni abrirse al abrirme,
perdiéndoseme también
en el efecto dominó
de las ausencias acumuladas.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Cronopiando sobre las olvidaciones


Olvidaciones: Son aquellos renstersticios mentolares que en algún lugar se acumulan, serstiendo en tu cabeza hasta que el bodoquímetro donde se juntan pesa cunchucientos doce kilos, y es entonces donde el desorden toma proporciones incompestísticas, y las palabras caen y furrufan tanto que nuevos vocablos nacen, y todo está bien, porque las olvidaciones te hicieron irrecordar cómo eran antes de ese rempedigitamiento que te dejó acá, leyendo esto como si nada.

martes, 5 de noviembre de 2013

Limitaciones



Y un día todo empieza a quedarte chico:
ese techito verde que fue tan tu-cuna
y  ya no te llama a volverte usuaria,
los objetos que te eran imprescindibles
y hoy descansan entre lo perdido,
los símbolos que desenterraste
mientras construias un estar-viva,
la gente que se inventa candados 
para curarse del miedo al candado,
las palabras del diccionario
que son siempre sed  
de las aún no creadas,
y hasta vos misma,
que te llenás de bordes
como matrioska que se esconde
replegada entre sus partes. 


Fragmento del Diario II - Anaïs Nin



En la vida, Rank puede ser triste y aburrido.[...] Admite que el médico o el artista pueden llegar a lo absoluto en sus creaciones, pero afirma que en la vida no lo consiguen. En la vida es necesario aceptar las limitaciones. En la creación hay autocracia. En la vida, compromisos. Cuanto más cede una persona, con mayor facilidad  se halla satisfecha. La sabiduría adquirida por medio de las ideas, el intento de controlar intelectualmente la vida, son desastrosos. No son sino aquella voluntad de la que Lawrence se burlaba. Las limitaciones de la vida. Las puertas que se van cerrando conforme se avanza. Los telones del silencio. La inercia. Obstáculos como paredes. Luego, se descubre que la limitación está en uno mismo. Querer lo imposible es una deformación. En todos ellos, la imaginación es la trampa. La evasión es posible mediante la renuncia a la vida y a la creación artística. O bien, merced a la aceptación de las limitaciones. Paseaba por el Broadway y pensaba: " En mis libros puedo imponer orden, dominar, andar, reir, gritar, acusar, actuar como me apetezca. Soy creadora y reina. Si aplicara a la vida la misma voluntad, quedaría destruida. Hay muchos creadores, románticos, neuróticos, que son figuras trágicas en la vida. Son absolutistas. Están cansados de luchar contra las limitaciones que la vida impone. En el arte no hay limitaciones." 


domingo, 22 de septiembre de 2013

Siete pecados (7): ORGULLO



Se iba sin mirar atrás. Pero en su espalda había un ojo que lloraba cuando pensaba que nadie podía verlo. “Me entró una basurita”, decía si lo descubrían; mientras la vida le pasaba y las basuritas se le iban acumulando no en su ojo sino en lo pesado de su vida. Aún así seguía yéndose, pero cada paso hacia el lejos le costaba cada vez más pañuelos y otras cosas que era mejor no mencionar en voz alta para evitar que el ojo le empapara la camisa nueva con ganas de dar la vuelta.

Siete pecados (6): AVARICIA



El que guarda siempre tiene, pero no se transforma uno prefiriendo el pájaro en mano al coro de los mil pájaros en el cielo. No existen los tesoros a cuentagotas y el otro yo sabe que no es su yo completo si se suelta en el todo, pero aferrado a su mitad.

Siete pecados (5): ENVIDIA



A veces me pongo a envidiar por la ventana a los que pasan veloces y decididos, yendo a sitios en concreto. Sólo quien es como yo sabe qué fuerza tiene el saber-hacia-dónde-ir, y cómo no saberlo te pone en un otro lado viscoso donde cualquier calle que tomes a cualquier velocidad no influye en el final de tu día, o de tu año entre otros 10 años. Y todo te da el mismo dar lo mismo, y los pasos dejan de esforzarse porque para qué. Sólo quien es como yo, sabe que podría llegar a matar por saber esa respuesta, y por tener un por qué y un apurarme decidida hacia.

Siete pecados (4): LUJURIA



La ciudad de atrás se te abre cuando la mirás intensamente y te lleva hasta intersticios que huelen a veladas de baba, alcohol, perfumes desencajados y contrastes húmedos. La  otra ciudad es esa puta que si le guiñás un ojo se te vende por 3 monedas, y no le hace asco a nada mientras ríe porque te metiste de cabeza en la ilusión de haberla tenido entera. Pero te mentís, porque es ella la que te envolvió el alma a cambio de anestesiar con una máscara chiquita tu soledad, que vuelve diez minutos después de que este humo se esfuma.

Siete pecados (3): IRA



Y mientras nuestra sangre escupe fuegos envenenados, exponiendo la carne sobre asadores que queman las cicatrices por fuera y las rellenan con gritos salados que las queman por dentro también; y pide muertos para vengar nuestra furia, comiéndonos crudos a los hijos de los hijos de los hijos de los que nos han hinchado los ojos con babas de ácido; malditos sátrapas del dolor que sonríen ante nuestra caída invalidante de la que no nos levantamos a la 1 (ellos ríen) no nos levantamos a las 2 (ellos gozan) y no nos levantamos nunca (ellos tienen multiorgasmos), nuestro yo social se peina con raya al medio y pide al mozo otro café. Sí, con dos de valium y una cucharadita para revolver, o re-vol-vernos como si pudiéramos desensillar en una taza y echarnos ahí a ser otros mientras el alma que nos puebla hoy se ve tan parecida, tan espejo de ese caldo negro que gira y gira sin parar dentro de porcelanas chinas impersonales, imperturbables. 

Siete pecados (2): PEREZA



Parado en la mitad, las turbinas se te llenan de tierra. El tiempo te tira sogas para rescatarte hacia un adelante pero tus raíces en lo central te hacen resistir el embate del viento. Querés, querrías, quisieras pasar el límite, pero es tan calentito el medio que no da para arriesgar tu construcción del mundo por un “todo mal” o “todo bien” extremo en la ruleta de los pasos que van hacia algún lado. El medio es un lugar sin voces, el medio es aséptico y es casa con techo y jardín que florece siempre en primavera. Pero la ventana igual da hacia el otro patio, ese en donde todo se mueve cuando amanece. Mejor cerrarla, del otro lado todo huele a cambio y a juego vivo. Mejor cerrarla, sí, no vaya a ser que se cuele un desorden y te salgan lágrimas porque al fin, tu contradicción tiene gusto a cárcel de pimienta y a goteras.

Siete pecados(1): GULA



No podían evitar ser devorados por otros, pero paradójicamente y a pesar del hambre multidimensional que poseían, ellos podían comer sólo vientos. No respetar las leyes de la cadena alimentaria les iba a costar ser un capítulo olvidado en la historia del mundo.

lunes, 8 de julio de 2013

Construcción de lo visceral




Trepar al tótem que forjaste; ir abrazando la cima de la base por altura, piedra sobre piedra. Sabés que el mundo a tus pies fue cimentándose sobre pilares de flores y de huesos, mostrando que tu camino estuvo lleno de lo efervescente, pero también que fuiste un caníbal que necesitó arrancarle las uñas a lo simple y devorar su propia muerte ante lo obvio. Es así que llegaste a mirar sobre el futuro y despojándote de excusas y experimentos, te blanqueaste la verdad que fuiste a buscar arriba (TAN allá arriba), diciéndote: “y al final, amigo, el infierno de lo ajeno, es tu mejor cielo”.

sábado, 8 de junio de 2013

El vuelo




Volás, aunque haya un peaje cada 20 metros deteniendo el horizonte y haciéndolo pesado y de todos los días. Al frenar hay tiempo de mirar alrededor y ver que el camino está emparchado y un poco solo de viajeros, un poco tanto como que no hay casi nadie con quien hablar del cielo y de esa nube con forma de fantasma que ahora se queda quieta, ahora no, ahora sí, y da risa casi ver cómo le cambia la cara de espectro mientras se transforma en algo asi como John Lennon y se va con otras nubes que dicen que quieren llover en un rato. No, al final no llueve, cae agua nomás y de repente también te cae una mano auspiciada por RAID que te mata bien muerta aplastandote en el piso y vos que volabas sabés que en realidad ser polilla es un poco eso, no saber cuánto venis a durar en este mundo, y que la vida es el vuelo de un ratito y un compartir el absurdo de una nube riéndote como si sólo eso importara (oh yeah).

jueves, 30 de mayo de 2013

Sentidos 1




Por allá  los días en que sonrío huelen a pasto y a chocolate, a caramelo y a otoño sin frío, a frutillas, duraznos y sandía de tarde. El olor a tiempo en cambio tiene algo de moho, de dinosaurio y de museo; de casa de antigüedades sin gente y de fotos de 1980. Lo que duele huele a sangre fresca, a vino picado y a nube densa; la distancia huele a piel fría y a viento. Y lo que te marca y perdura  huele a teatros antes de que entre la gente, a esos colores que sinestésicamente se espiralan en perfumes, al otro humo mojado en cerveza y al día después de vos en mis sábanas. 

martes, 28 de mayo de 2013

Sin ganas de un título





     Y sí, al final es lo mismo que te quedes quieto, o caminando en una eternidad sin rumbo, o te vayas tan lejos que te termine pisando un camión que carga avestruces perdidos. Siempre estás ahí, aunque llegues a algún otro lado; tu dedo índice se enciende como una mira telescópica láser que te grita “game over!” en el centro de tus culpas y tus grises.   
     Y del otro lado de ese fuego estás harto de no ser de los que se divierten en el carnaval diario, de los “rayos y centellas, Batman” que te muelen la burbuja y la llenan de nadas demasiado reales, de tu pulso antiguo de una era algozoica que te lleva por el mar del tiempo pero siendo la misma conciencia, el mismo lobo estepario trasvasando cuerpos in aeternum.
     Y qué giro puede tener la vida, decime, si estás ahí ahora haciendo este análisis en medio de la ruta, esperando que pase el camión con avestruces y que todo parezca un accidente. 


Agradecimientos.exe





Dedico este Oscar a los lugares comunes, al miedo que paraliza el accionar ajeno y propio y se hace monstruo que me traga sin masticar. Lo dedico a esa pared que al subirla nunca tiene escaleras para bajar a ver qué hay detrás, al cielo de los otros que no es mi cielo. A los que hablan a escondidas riendo mientras miro y todo es gris, al día soleado por ser tan previsible empezando con amaneceres y terminando con ocasos. Dedico este premio a la desilusión que es un aviso previo al dolor, al dolor de siempre, al de entonces y al de mañana porque sé que todavía va a estar ahí cuando me levante. Y sobre todo se lo dedico a ese tedio absoluto y cansado, que cuando te abraza te crece y te demuestra que hasta lo que sos y te salva cuando todo cae, puede darte la espalda y ser lo mismo, ser más de lo que te apila entre los formularios por triplicado que duermen en una oficina esperando ser encarpetados en las amnesias del tiempo.

viernes, 24 de mayo de 2013

-1000 metros



Cayendo
cayendo
y
cayendo.
Uno no puede aferrarse a nada
cuando alrededor
las paredes están tan lejos
inconteniéndote.

Thriller


Volver de la verdulería y descubrir que te tocó en suerte una papa con forma de corazón podría quedar ahí si fueras una persona normal. Pero no, aunque intentás hacerte pasar por tal, cuando estás por acuchillar al tubérculo en cuestión para freirlo para el almuerzo, te agarra como un estruje acompañado de cierta congoja que te pide clemencia desde algún lugar cero-lógico. Evidentemente tu neurona no se banca tanto simbolismo, asi que por lo pronto te comés una otra-cosa-sin-papa, mientras el mal humor te invade porque un cualquierismo quebró tu voluntad. Después resulta que te sentás a leer lo que te queda de Rayuela a ver si te olvidás del asunto, y caés justo en el capítulo 100 donde Oliveira sueña que acuchilla un pan que llora y se siente mal, muy mal. Podrías llegar a un montón de conclusiones, pero decidís optar por la que indica que esta historia ya le pasó a alguien más, asi que papa de mi vida muy buena tu maniobra distractiva, pero no te creas tan especial; ni siquiera te eligieron para el capítulo 100 de Rayuela. Esta noche te espero en el plato a las 10, aunque tu asesinato me persiga en sueños por toda la eternidad.  


miércoles, 15 de mayo de 2013

[Relato LibrosVeo] Dos que sobran



Estaban ahí, como sobrando en el mundo. Los veo trepados a su sombra proyectada sobre las hamacas. En los ojos llevaban un cuento al que le crecían mandrágoras que nadie sabía descifrar. En sus relojes rebalsaba el desvelo de las noches y les corrían hebras de tiempo apuradas, frenéticas, por las venas de lo que no vendrá. De todas formas eso no importaba (aseguraban sus ellos de entonces) porque sabían que el secreto de reírse no era escapar a los finales, sino huirle a las historias de otros libros.

Calditalismo



Algunas voces
diseccionan el mundo
y hablan en su nombre
mientras lo cocinan en el patio de atrás
en caldos excluyentes y exclusivos
que se sirven en los platos de siempre.
Hay olor
a que algo podrido
se quema.

viernes, 10 de mayo de 2013

Neverland





 

¿Cómo terminan las cosas
que nunca empezaron,
que no tienen carteles de acontecimiento
haciendo que un octubre
sea igual a otro octubre-cualquier-octubre?
Que al no ser fecha cierta  no tienen comprado el derecho
de ser referente de nuevos recuerdos,
ni de poner en perspectiva a los viejos
aunque sumen, siempre sumen,
mientras el tiempo se las come y les resta peso en la balanza
haciendo que surja ese viejo perfume a moho
que comienzan a tener las memorias
cuando alguien ya no las saca del ropero
para usarlas en las tardes de lluvia,
cuando se pone en la mesa todo lo extrañable
y se juega con eso a las cartas
aunque sea al solitario.  
Entonces  surge un gesto cualquiera,
estocada final sin forma,
que pone todo en inevitable
haciendo que el paso 10, ponele,
ese que nunca existió
porque nunca hubo un 1 de largada,
de botón de inicio,
de repente sea 9 y hacia atrás,
hasta disolverse en hebras
hasta desdecirse en nadas
que nadie va a recordar
porque nadie recuerda
lo que nunca empezó.

The deep down



Toboganes para un estado de ánimo
que sube con ritmo de escalera después del piso 5, 
y desciende así, rápido como te lo cuento 
hasta allá abajo, más abajo del bajando, 
hacia el fondo a la derecha. 
Un silencio se asoma a ver qué lo despertó 
y sos vos, pero no te acepta las disculpas. 
Está oscuro ahí en el pozo, 
qué inconveniente resulta justo ahora 
que se te cayó el corazón 
cuando dejaste abierta la puerta 
y  hay que buscarlo a tientas en el suelo 
antes de que alguien lo aplaste, 
pero esta vez 
fuera de vos.

Negaciones innegociables






Una canilla goteando noes:
no- plac, no-plac
no- plac, no-plac
y mi cabeza torturada
bajo ese golpeteo contínuo
de monosílabos que machacan
su porfía, su hambre
de mente ultrajada
pensamiento violado
por la autodestrucción paulatina
que se paga en cuotas
negativas y sin níngún
tipo de interés.

martes, 30 de abril de 2013

#Diarios de ayer y de hoy(2)



Amebar hasta que mis ejércitos neuronales creativos se reacomoden, apoyando las vísceras en la espuma del tiempo. Y le refuto al pronóstico del clima cuando me dice que todo lo que sube, baja y ahí queda; yo creo que el pronóstico es tan mentira como ciertas otras babas que se ven saliendo por los costados cloacales de un mundo donde tu voz no vale porque no tiene el sello 1325/6 y la verdad es Máxima en la TV saludando desde tan lejos, a lo lejos, a nadie.

miércoles, 24 de abril de 2013

#Diarios de ayer y de hoy(1)


Ah, los otros, los que viven en tu impersonal afuera, no soportan verte mal y necesitan llevarte hacia ese sitio donde el universo es un jarabe de belleza, un puré de sensaciones mezcladas donde toda cuenta da estrellitas brillantes, y la felicidad se pronuncia como una oración. Se ennervian con tus ganas de sentir el huracán como viene, donde lo bueno es lindo y el dolor duele, carajo, duele como dicen que duele parir sin la peridural mental que quieren inyectarte a cada hora. Sé que su solución es más digerible, como papilla que te ahorra la frustración de tragar y pensar si vas a poder ir al baño después, pero es preferible llorarse el mundo como si se cayera, viste? En serio, no es tan malo ese rito costumbrista  lleno de agua si la opción es ponerse de rodillas a pronunciar “Ave Felicidad, llena eres de gracia, It’s ok, everything it’s ok; don't worry, be happy” mientras todo pasa por al lado y da igual en tibieza rococó que de última también suena a disco de moda que compraron en el bazar de los forever shining people shalala lala la.

domingo, 21 de abril de 2013

Bla


Aplaudámoslos,
ellos son los artistas
de un orden
que no tiene vientos,
que aman la burocracia
del sentir por calles asfaltadas
los abrazos de las 20.30 hs.
en sábados de cine y cena frente a la tv.
Aplaudí, el mundo es suyo,
y quizá si podés guiñarles una sonrisa
deurante el tiempo correcto,
te presten un lindo disfraz y te dicten el libreto
para actuar en su show.

lunes, 15 de abril de 2013

Truenos

Quizá los truenos no sean el sonido de las nubes al chocarse, sino el ruido de todo humano temblando y chocándose con otros por miedo al trueno.


sábado, 6 de abril de 2013

Costados tangentes, mis motores


CARA:

Probar el vino a fondo blanco
a todo verde de semáforo
sin medias tintas,
salteando las barreras y el hielo
que se te cuelan a traición
en ese sueño.
Galopar sin ensillarte
dentro de salvajes ruletas rusas
de la mente
dando el último paso de la maratón
sin que el podio retroceda otra vez
temiéndote.
Abrir la mano y que todavía esté ahí
el mundo que dejaste durmiendo
la otra noche.
Volar por más de un rato
sobre un pedazo de certezas
(de las eternas)
y que al fin los fantasmas sean sólo viejos trapos
que se añejan y se olvidan de sí mismos
en el ropero.

CRUZ:


Y ahí estás otra vez
en tu recurrente afán
de querer que el humo
sea sólido
para poder llevarte
un pedazo a casa.
Te olvidás que todo es espuma
casi siempre
y que el resto del casi
son efectos especiales.
Anclarse resulta entonces
como un antojo innecesario
de tu costado innecesario.

viernes, 5 de abril de 2013

“El cordón desatado” - CHARLES BUKOWSKI



Una mujer, una
rueda pinchada, una
enfermedad, un
deseo; miedos enfrente tuyo,
miedos que se mantienen tan inmóviles
que puedes estudiarlos
como piezas en un tablero de ajedrez...
no son las cosas grandes lo que
envía a un hombre al
manicomio, la muerte que le corresponde, o
el crimen, el incesto, el robo, el fuego, la inundación...
no, es la serie continua de pequeñas tragedias
lo que envía a un hombre al
manicomio...
no la muerte de su amor
sino un cordón que se desata
justo
cuando no hay tiempo...
el espanto de la vida
es ese enjambre de trivialidades
que pueden matar más rápido que el cáncer
y que siempre están ahí-
las patentes o los impuestos
o el carnet de conducir vencido,
o contratar o despedir,
que lo hagas tú o que te lo hagan a tí, o
conspiración
multas
raquitismo o grillos o ratones o termitas o
cucarachas o moscas o el
anzuelo enganchado
en tus pantalones, o sin nafta
o demasiada nafta,
la pileta se tapó, el portero está borracho,
al presidente no le importa nada y el gobernador
está loco.
la perilla de la luz se rompió, el colchón
parece una cama de fakir;
$ 150 por una afinación, cambio de carburador y
tanque lleno en Sears Roebuck;
y la cuenta de teléfono sube y los mercados
bajan
y la cadena del baño se
rompió,
y la luz se quemó-
la luz del hall, la luz del frente, la luz de atrás,
la luz interior; está
más oscuro que el infierno
y dos veces más caro.
después están siempre los cangrejos y las uñas
encarnadas
y la gente que insiste en que son
tus amigos;
hay siempre eso y algo peor;
canillas que gotean, Cristo y la Navidad;
el salami se puso azul, 9 días de lluvia,
el leverwurst está
púrpura.
o si no te ganás la vida
como camarera en el Norms, en el turno de noche,
o como vaciador de cubos
en el hospital,
o como lavacoches o chofer de colectivos
o ladrón de viejitas
las dejás gritando en la vereda
con los brazos rotos a los
80.
de repente
2 luces rojas en tu espejo retrovisor
y sangre en tu calzoncillo;
dolor de muelas, y $ 979 por un puente
$ 300 por un diente de oro,
y China y Rusia y América, y
el pelo largo y el pelo corto y la
pelada, y las barbas y la
ausencia de caras, y un montón de zigzag
pero ningún lugar, excepto quizá para mear
y lo de tus intestinos.
con cada cordón desatado,
se hacen cientos de cordones desatados,
y un hombre, una mujer, una
cosa
entra en el
manicomio.
así que la próxima vez
ten cuidado
cuando te inclines.

jueves, 21 de marzo de 2013

Bukowski usó mi cabeza como un revólver




Alguien se tomó el alcohol del botiquín y no hay curitas para el costado que te sangra. Ahí estás, linyera sin auspiciante, relleno con libertad calcada en papel reciclado que zafa, pero que no calza bien en ningún lado. Qué puro cuento es todo, qué relatividad en el tiempo/espacio estándar tiene tu foto lapidada en paredes de humo y verdad, arte moderno de esos que los demás no saben explicar, y por tal, siguen de largo mientras su reojo te vigila porque sos un coso incómodo que no cierra para ninguna lógica (algo habrás hecho, dice la masa-gente sin sal). Y culpás a Mc Dios que está haciendo trampa en los dados otra vez, pero nadie te cree porque él tiene mejor reputación que vos, sabelo. 





 

martes, 5 de marzo de 2013

Desde adentro


Siento que cuando abro la heladera, el frasco de mayonesa me está esperando. Es como si en su transcurrir de cosa, en su vida de objeto (repleta de pensamientos que se plasman en sabores diversos según triunfe la idea-huevo, la del aceite o del limón), yo fuera un algo extraño que se asoma de vez en cuando a darle otra perspectiva a su existencia pre-fecha de vencimiento. Siento que soy su momento esperado del día, su lado B de las cosas. Vengo desde lugares inciertos a anunciar que hay un mundo diferente detrás de esa puerta, con brillantes colores que se muestran pero que se van cuando yo me voy. Soy la luz al final del túnel para ese frasco.  Soy su amanecer,  la verdad a temperatura ambiente. Soy su Dios.









lunes, 25 de febrero de 2013

Blues de las sombras



Nuestras musas y sombras viven en mundos donde los hermana lo impalpable, la zanahoria que va siempre delante de nuestro deseo, nunca dejándose apresar. Nos miran desde el detrás de las cosas, y juegan con la idea de que lo abstracto les da cierto tipo de peso que la materia les niega. Tal vez esos seres aparentemente tan distintos duerman juntos, abrazándose en la soledad de lo etéreo. Quizá en su planeta zanahoria ellos también suspiran de vez en cuando, y sueñan con la forma de tocarnos a nosotros, los mortales, al final de algún cuento.