martes, 5 de noviembre de 2013

Fragmento del Diario II - Anaïs Nin



En la vida, Rank puede ser triste y aburrido.[...] Admite que el médico o el artista pueden llegar a lo absoluto en sus creaciones, pero afirma que en la vida no lo consiguen. En la vida es necesario aceptar las limitaciones. En la creación hay autocracia. En la vida, compromisos. Cuanto más cede una persona, con mayor facilidad  se halla satisfecha. La sabiduría adquirida por medio de las ideas, el intento de controlar intelectualmente la vida, son desastrosos. No son sino aquella voluntad de la que Lawrence se burlaba. Las limitaciones de la vida. Las puertas que se van cerrando conforme se avanza. Los telones del silencio. La inercia. Obstáculos como paredes. Luego, se descubre que la limitación está en uno mismo. Querer lo imposible es una deformación. En todos ellos, la imaginación es la trampa. La evasión es posible mediante la renuncia a la vida y a la creación artística. O bien, merced a la aceptación de las limitaciones. Paseaba por el Broadway y pensaba: " En mis libros puedo imponer orden, dominar, andar, reir, gritar, acusar, actuar como me apetezca. Soy creadora y reina. Si aplicara a la vida la misma voluntad, quedaría destruida. Hay muchos creadores, románticos, neuróticos, que son figuras trágicas en la vida. Son absolutistas. Están cansados de luchar contra las limitaciones que la vida impone. En el arte no hay limitaciones." 


No hay comentarios:

Publicar un comentario