domingo, 22 de septiembre de 2013

Siete pecados (2): PEREZA



Parado en la mitad, las turbinas se te llenan de tierra. El tiempo te tira sogas para rescatarte hacia un adelante pero tus raíces en lo central te hacen resistir el embate del viento. Querés, querrías, quisieras pasar el límite, pero es tan calentito el medio que no da para arriesgar tu construcción del mundo por un “todo mal” o “todo bien” extremo en la ruleta de los pasos que van hacia algún lado. El medio es un lugar sin voces, el medio es aséptico y es casa con techo y jardín que florece siempre en primavera. Pero la ventana igual da hacia el otro patio, ese en donde todo se mueve cuando amanece. Mejor cerrarla, del otro lado todo huele a cambio y a juego vivo. Mejor cerrarla, sí, no vaya a ser que se cuele un desorden y te salgan lágrimas porque al fin, tu contradicción tiene gusto a cárcel de pimienta y a goteras.

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