martes, 5 de marzo de 2013

Desde adentro


Siento que cuando abro la heladera, el frasco de mayonesa me está esperando. Es como si en su transcurrir de cosa, en su vida de objeto (repleta de pensamientos que se plasman en sabores diversos según triunfe la idea-huevo, la del aceite o del limón), yo fuera un algo extraño que se asoma de vez en cuando a darle otra perspectiva a su existencia pre-fecha de vencimiento. Siento que soy su momento esperado del día, su lado B de las cosas. Vengo desde lugares inciertos a anunciar que hay un mundo diferente detrás de esa puerta, con brillantes colores que se muestran pero que se van cuando yo me voy. Soy la luz al final del túnel para ese frasco.  Soy su amanecer,  la verdad a temperatura ambiente. Soy su Dios.









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