sábado, 23 de mayo de 2015

Libre albedrío



¿Cuánto más, así,
entre juegos convenientes,
y pulsiones en modo freno,
esperando que caiga rojo el almanaque?
¿Que surja, al fin, quien deje
de escucharte los supuestos,
para agarrarse fuerte del subtítulo
desnudando con furia,
y violaciones a la dialéctica,
los monstruos que habitan
la palma de tu miedo?
¿Te das cuenta, que lo único que crece
es la necesidad de alguien
que te atrape con los dientes
como la última sortija en calesita,
y que mirándote todo un rato escupa
el inocente gesto de la risa
sobre tu tratado
del movimiento permanente;
alguien que te estampe
el sopapo asqueroso de la verdad,
y la más básica de las promesas
de que importás, no en fragmentos,
y que siempre, pero nunca
va a querer irse?
Igual, esta es una de las formas
de transitar el mundo.
El mercado del libre albedrío
tiene larga oferta de opciones
y yo también creo en el cansancio
y en las ventajas de comprar
esa pantalla plana que atonta,
o una muñeca menos puta
donde encajan los colores medios
y que al menos entretenga
el sentido de las horas
(¿o eso pretendía
del televisor?),
contra lo evidente, en inevitable
emancipándonos del todo,
pero
pero el libre albedrío, dije.
Entonces por hoy no, gracias.
Yo no vine a comprar
sólo estaba mirando.


domingo, 17 de mayo de 2015

Insight






Como un asesinato en masa
un enchastre reventando lajas
partido en mil el rincón asqueado,
saturado del vómito de las sangres.
Olor a lo que sobra de la muerte
manchas pegadas en un para siempre
que no se diluye entre humores del agua.
Los cuchillos ahí, a la vista de todos
impunes, y como burlando
cualquier atajo de las condenas.
Así es, y debería verse la foto
de la traición, entre el segundo antes
y el después, al darnos cuenta.

sábado, 16 de mayo de 2015

Superhéroes







Tiene 7 años, y ayer
se lo olvidaron en la escuela.
La remera que lleva
es demasiado grande
aún ahora, que sufre
una indefinición del color
que intenta encajar en los blancos.
Tiene un agujero, también
en su lado izquierdo,
por donde aparece un lunar
y en lo profundo,
puede verse un conejito
inquieto y rojo,
que tintinea sin mordidas,
o eso dice desde su ventana
cuando se asoma, a veces.
Agujero con flecos, barba de 3 días,
barrilete con defensas blandas,
vencidas demasiado rápido,
doble flecha ida y vuelta,
por donde entra el afuera
y salen sueños, de los que juramos
olvidarnos al crecer.
Gira en medias vueltas,
rayo de luz entre calesitas
de una Ciudad Gótica de barrio,
Atlántida emergente
del patio de adelante,
jugándose un ojo en modo superhéroe,
y otro en la puerta, por si sus dioses
llegan, al fin,  a rescatarlo.
Hay un agujero en la inmunidad de su traje
por donde entra el hambre de las 13,
y él se siente una aguja más,
en el paso de las horas.
Como si le tocara justificar la ausencia
fabrica disculpas, y un
mi mamá debe estar cocinando,
y es un clima agridulce, cuando lo escucho
llenarse entero, de todas las letras
redondas del mimamá
como si con eso sobrara,
o alcanzara, al menos,
y pienso si el conejito
lo estará mirando
como yo, en silencio,
y querrá acurrucarlo.
No hay malos en la historia
de mi superhéroe del patio,
sino gente que ya llega,
pero todavía
no.
Y es un agujero solitario, ese que tiene.
También lo es
el de la remera.

jueves, 7 de mayo de 2015

Shock





Algo fuerte, definitivo
y tajante,
como todo vino, hirviéndonos
la boca.
El vacío, sin descremarnos
la memoria.
Sin pausas, el horror
y su desgarro.
La luz desnuda, taladrando
todo en seco.
Arrojadas, como dados,
las verdades.
Derechas, hasta el choque,
las esquinas.
Y sin nueva oración, mi párrafo
y su punto.

viernes, 1 de mayo de 2015

Vasos comunicantes



¿Y vos? ¿Podés asumir tu contradicción
y mirarla como una segunda cabeza
creciéndote en el costado?
¿Podés bancarte su contrapeso
y aprender a caminar rengo,
intentando lo derecho,
para no irte tan lejos de los otros?
¿Podés dejarla en paz,
y a la vez preguntarle
si tiene frío?