martes, 31 de marzo de 2015

Refugios

Puzzle

Ningún escritor se acuesta dos noches seguidas en la misma realidad ¿Cómo hace entonces para encontrarse un refugio cuando todo el afuera le provoca vértigo y ganas de volver a casa?

domingo, 29 de marzo de 2015

Un globo rojo


Suelo quedar atrapada en embrollos metafísicos y planes de conspiración imaginarios, pero al reloj no le pasan esas cosas, él no se cuestiona mucho y se conforma con eso de ir hacia su destino que siempre tiene que ver con dar vueltas en círculos, como ahora que anda en la mitad de eso y son las 6, entonces hay que ir corriendo a la parada porque está por pasar el colectivo y uno corre riesgo de llegar tarde a lo de las amigas. Lo bueno es que es domingo y no hay mucho tránsito por Corrientes; no hay casi nada que esquivar visualmente para ver si el 107 aparece allá a lo lejos. Por eso supongo que la mirada inevitablemente se une al único objeto en movimiento que trae el viento, un globo rojo que aparentemente se escapó del Mc Donalds de la esquina y viene con ínfulas de rana, dando tumbos a toda velocidad pegado al cordón, acercándose decidido y como urgido por su propio escape. Sin detenerse pasa  a mi lado y con el mismo énfasis dobla la esquina hasta desaparecer, dando a entender en esa ausencia que el plan de fuga está cumplido, y demostrando que si los globos han aprendido ya a independizarse y doblar las esquinas, no pasará mucho tiempo hasta que inventen un lenguaje, y de ahí a querer conquistar el mundo hay un solo paso. Creo que ya los relojes en su rutina de autómatas nos están avisando en cada giro del disco que la cosa pasa por ahí, y los medios vienen diciendo hace rato que la globalización será la perdición de la humanidad, pero usted y yo cambiamos de canal, como si nuestra mente cuadrada no pudiera entender que tanta  redondez nos está por caer encima, o no nos importara cambiar de forma ante cualquiera que viene y se pone a darnos cuerda y a hacernos girar en círculos marcando nuestra hora final, que es la hora en que todo nos empieza a dar lo mismo.

domingo, 15 de marzo de 2015

Pan y lejos



Me hiciste poema hace casi 38 años
y yo pasé la mayoría de ellos evitando la podredumbre
de los ojos velados por la lámina ajena,
sin distorsión, como hubieras querido,
aunque aquella vez, cuando pregunté por mamá y los muebles
callaste, y me ofreciste por toda respuesta un pan con mermelada.
Hoy yo pregunto también por tu ausencia  
pero las tumbas, impotentes, no saben cocinar dulce en cacerola
ni extender una mano con el pan tibio del consuelo.

lunes, 2 de marzo de 2015

Lo que sostiene la pared



Hay una casa allí, donde los demás la ven,
porque los muebles  están donde deberían.
Incluso los cuadros le rinden a suelos y cielos
perpendicularidades exactas,
pero se omite comentario
ante paredes y techo, que han dado su ausente.
Todo queda allí suspendido en transparencias
irrenunciando a su lugar en el hábito
de ser la mesita del rincón, o aquel repasador
que cuelga húmedo, por ejemplo,
cerca de platos que nadie
ha usado todavía.
Da lo mismo tratar de convencerlos
de lo contrario. Ya los de afuera
enhebran los puntos faltantes
para que las lógicas respondan exactamente
y toda la escena resulte creíble
hasta en el montaje de su propia chusma
que se asoma desde otra ventana imaginaria
para vislumbrar lo que esconden
las paredes que no existen,
porque  lo que no oculta nada
algo debe andar ocultando.