sábado, 8 de junio de 2013

El vuelo




Volás, aunque haya un peaje cada 20 metros deteniendo el horizonte y haciéndolo pesado y de todos los días. Al frenar hay tiempo de mirar alrededor y ver que el camino está emparchado y un poco solo de viajeros, un poco tanto como que no hay casi nadie con quien hablar del cielo y de esa nube con forma de fantasma que ahora se queda quieta, ahora no, ahora sí, y da risa casi ver cómo le cambia la cara de espectro mientras se transforma en algo asi como John Lennon y se va con otras nubes que dicen que quieren llover en un rato. No, al final no llueve, cae agua nomás y de repente también te cae una mano auspiciada por RAID que te mata bien muerta aplastandote en el piso y vos que volabas sabés que en realidad ser polilla es un poco eso, no saber cuánto venis a durar en este mundo, y que la vida es el vuelo de un ratito y un compartir el absurdo de una nube riéndote como si sólo eso importara (oh yeah).