jueves, 4 de septiembre de 2014

Traumas de los 30





Un día inaugurás la sensación de que el pasado se va quedando vacío de muchos nombres que lo marcaron, en presencia o tangenciando. Las distancias con las cosas que viviste parecen aún mayores, se mudan casi al terreno de lo dudoso e imaginario, porque de a poco los elementos reales que ayudan a recordar y reconstruir se van yendo, se caen, desaparecen. ¿Qué quedará en pie de lo que conocemos como realidad, cuando todos los que habitamos este presente nos hayamos ido? ¿Nos habremos ganado para entonces el derecho a ser recordados?

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