Nuestras musas y sombras viven en mundos
donde los hermana lo impalpable, la zanahoria que va siempre delante de nuestro deseo, nunca dejándose apresar. Nos miran desde el detrás de las cosas, y juegan
con la idea de que lo abstracto les da cierto tipo de peso que la materia les
niega. Tal vez esos seres aparentemente tan distintos duerman juntos, abrazándose
en la soledad de lo etéreo. Quizá en su planeta zanahoria ellos también suspiran
de vez en cuando, y sueñan con la forma de tocarnos a nosotros, los mortales,
al final de algún cuento.
lunes, 25 de febrero de 2013
miércoles, 20 de febrero de 2013
A lo Murphy (3)
(Autor de la pintura: Jean-Claude Fournié)
Y puede suceder
que en un día de esos
donde estás en un hacia atrás
de voluntad para recrearte,
elijas la pastilla azul
en lugar de la roja. Entonces
lo correcto será lo que escriban
los dueños de las vacas y la historia,
los cuadrados tendrán sentido
sólo si tienen los lados previsibles,
y serás el resultado de una suma
de lo que te crezca tras un mullido
antifaz
y de la luz que decidan prestarte
las pantallas chinas que te traigan los
días apilados.
Anhelarás un destino de bajo presupuesto
un sueño de relojes que no atrasan
y por tu buena adaptación al medio
serás premiado cada fin de almanaque
con un sello indeleble en tu hemisferio
derecho
que te haga olvidar que tu corazón y tu
esencia
como las tostadas del tal Murphy,
adquirieron esa nueva costumbre
de resignarse a caer irreversiblemente
con el lado del dulce hacia abajo.
martes, 19 de febrero de 2013
La mala racha vino a conversar un rato
Siempre hay una mala pasada
jugando a lamerle a usted las aristas
subiendo por el ascensor
de la autopista verde, esa
que brilla en esperanzas
como si pariera mariposas.
Entonces es inútil revolver excusas
y sentársele al lado
para ponerle una piedrita en el zapato
creyendo distraer así
el destino de yetas que trae
en su lista con nuestro nombre a la
cabeza.
Mejor es aceptarla, hacerse cómplice
incluso preguntarle por el reuma y por
el viaje
emprendido desde su casa hasta nuestra
puerta.
De esa manera el trago amargo
pasa como agua
y usted y su gato
pueden dejar de lado las ceremonias de
anfitrión
para poder tirarse de lleno,
urgentemente
a llorar todo lo que corresponda a estos
casos
y tal vez, a dedicarle a su perra suerte
un par de insultos
o quizá
muchos pares
de miles.
miércoles, 13 de febrero de 2013
Inestabilidad inmobiliaria
Después de una taza de vientos
de pausas, apuros y esperas enredadas
me vuelvo a ese rincón
donde todos los juicios irreales caen
ante lo desmenuzado de la gloria,
bajo el pedestal de los deseos,
trémulo bonsai que impide
que me crezca más allá de los truenos
y las manos atadas.
Pero porfío, soy lo que no se mueve
evitando caer en el deshielo de las
ausencias
y en el ir y venir de aquellos mares
que se tiñen con tintas indisolubles
destructoras de utopías.
Soy, igual, sigo siendo constancia
que construyó su casa
sobre sube y bajas movidos por la suerte
de sacar el número que hoy no ganó el
premio mayor
pero tampoco perdió todo aún.
miércoles, 6 de febrero de 2013
Dilemas a 24 grados
Hoy se desató el mundo
y ahí quedó, tirado,
como esperando la orden
de ir hacia algún lugar.
No sabía él
que las cuestiones obvias de la angustia
que el relleno acartonado del tiempo
habían hecho un agujero negro
en mis ganas de jugar al futuro
(incluso al presente)
en un 2x4 de alquimias vencidas
o congeladas en los laboratorios del
afecto.
Me olfateás, mundo
hueso en boca, esperando mi movida,
mi desplegarme al calor del sol
pero a veces no me alcanza el impulso
porque sé lidiar con incandescencias
con lo que muerde y lo que vuela,
y aún con aquello que desde la raiz muere a
secas,
pero no sé qué hacer con lo que, tibio,
se queda durmiendo en la mitad
de su propia historia.
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