Mientras recito trabalenguas
que trabanalmas,
mis tres tristes tigres
me llenan de inquietudes
mentales
espirituales
intra/extracorpóreas,
y terminan haciéndome invitada de honor
en un gran banquete de contradicciones
donde esa tríada salvaje
se devora a sí misma.
Buenísimo, buenísimo!
ResponderEliminarGracias TOTALES Juli! ;)
ResponderEliminar