domingo, 13 de marzo de 2011

Del por qué un color se escaparía del caleidoscopio

El caleidoscopio gira y hace que los momentos también cambien, incluso en el sabor de recordarlos. Un color, dentro suyo, se escapa, y transforma su rebeldía en la esperanza de creer que no todo tiene un destino simétrico, de que no todo va a tener su correspondiente copia en el reflejo de los espejos. Un color se escapa, pero no de su soledad, ni de sí mismo. Quizá, un día, otro de su especie decida emprender el mismo vuelo, y ahí, en el destierro, se encuentren, haciendo posible lo improbable

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