"No sé cómo, últimamente, yo había contraído la costumbre de usar la palabra preferir." (Bartleby, el escribiente- H. Melville)A veces uno no escribe
porque algo adentro
no puede.
Porque todo está tan
negado
a nuestra facultad de
ósmosis
con la palabra fatal
y necesaria,
que cualquier trazo
perdido
cae, desganado, hasta
lo transparente.
No es que uno no
quiera
sentarse a escupir el
fuego
de lo medido, o los
otros
fuegos, que
pidenpiden
PIDEN
siempre un poco más
de incendio,
aunque después no
quede nada
que presentarle al
papel en blanco.
A veces uno no
escribe
por no poder
enfrentarse, o caminar la noche
de lo largo y lo
recto y lo plano,
porque tiene miedo
que al cerrar el ojo
que abre la puerta de
los símbolos,
venga la sinapsis de
lo inoportuno
a traer poemas muertos, imposibles,
desde los muchos
cementerios velados
que tenemos adentro,
en lo más oscurísimo
de lo oscuro.
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