con ojos que miran atravesando,
con manos pendientes, no usadas
con rimas entretejidas que entelan solas,
con pausas y obligados puntos,
con arenas, de nuevo, pero secas.
Con una ventana entreabierta
con un saco lleno de esperas;
con tachones que abren dudas,
con cerrados candados.
Con rojos, verdes y otros colores,
con todos, conmigo, en nadie.